lunes, 22 de junio de 2015

La tarea que viene.

Una vez concluidos los procesos electorales y repartidas las constancias de mayoría a los ganadores de la pasada elección del 7 de junio, queda una gran tarea a realizar en nuestro estado, ya que, una vez asignados los espacios de poder no habrá partido con mayorías absolutas, por un lado el PRI mantiene el gobierno del estado pero no tiene una cómoda mayoría en el congreso y pierde la capital, por el lado del PRD, se consolida cómo una fuerza dominante, que gobernará sólo con la zona metropolitana alrededor del 50% de la población en el estado, y por su parte el PAN se queda con una clara desventaja, teniendo a  Rio Verde únicamente, cómo el municipio más grande dónde gobernará. 
Todo esto hay que observarlo detenidamente, pues la tarea que viene para los nuevos gobernantes deberá ser la de reorganizar sus agendas para empeñar el alma durante los próximos tres años y buscar que mejoren considerablemente las condiciones de vida en sus municipios y localidades, digo lo anterior con base a dos datos importantes: el primero lo mencioné en mi columna pasada, el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) nos ha dado un dato muy importante en su más reciente estudio acerca de la percepción ciudadana en el fenómeno de la corrupción en nuestro país; el 91% de los Mexicanos no confía en los partidos políticos y dos, el resultado de la elección del pasado 7 de junio deja como saldo que el Estado de San Luis Potosí sea el segundo lugar con más votos nulos, únicamente superado por el mega poblado Distrito Federal.
Esto nos lleva a pensar que, con base en lo descrito líneas arriba se desprende un doloroso análisis: la sociedad ha dejado de confiar en sus representantes, la gente en nuestro estado quiere un cambio radical que mejore las condiciones de vida de la población y se vea reflejada en el bolsillo y en estos términos exige mejores servicios que los que los diferentes órdenes de gobierno prestan.
Actualmente hay una combinación de poderes que nos da a pensar que no hay partidos electoralmente dominantes en nuestro estado, hace falta una reorganización de las tareas del servicio público, y hace falta un cambio de pensamiento, en la actualidad ya no se puede gobernar pensando en colores y cuates, hace falta una agenda de trabajo que permita diseñar actividades gubernamentales a corto, mediano y largo plazo, misma que nos permita a los ciudadanos ver beneficios más allá de causas partidistas, es el momentos en que los ciudadanos han dado muestra de que pueden exigirles a sus representantes, y es la oportunidad de oro para que las autoridades electas puedan demostrar que quieren mejorar las condiciones de vida de la población. 
Urgen dos temas grandototes: mejorar considerablemente los servicios públicos y  generar economía en nuestro estado.

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