Prácticamente he recorrido todo el estado con excepción de los municipios de Lagunillas, San Ciro de Acosta, Alaquines y villa de La Paz, que aún no tengo la oportunidad de conocer.
Naturalmente he visitado los municipios más grandes del estado: San Luis Potosí, Soledad de Graciano Sánchez, (estos dos los he recorrido completitos) Rio Verde, Matehuala, Ciudad Valles, y Tamazunchale; y he encontrado una característica común: abandono de las tareas del servicio público, malos caminos, carencias sociales, falla de señal de teléfono en muchos, falta de electrificación, y falta de oportunidades.
Duele ver que en muchos municipios hay gente que padece hambre y se tiene mucha necesidad, ya que fuera de la mancha urbana de la capital en los municipios de San Luis y Soledad, los demás municipios padecen severas necesidades, debo confesar que hace unos meses recorrí toda la zona Huasteca, con la encomienda de hacer vida partidista en cada uno de los municipios que la conforman, y adelantando juicios, imaginaba que habría una gran cantidad de rechazos hacia un proyecto de izquierda, ya que en la capital se tiene la mala creencia de que el gobernador del estado, el doctor Fernando Toranzo, era ampliamente querido y respetado en la Huasteca Potosína, pues ésta zona del estado le dio el triunfo en la contienda a la gubernatura del año 2009.
La realidad fue otra, platicando en mátlapa con unos compañeros de Tampamolon Corona conocí la realidad; La Huasteca lleva años abandonada por varios sexenios, hacen falta caminos, servicios de salud, programas de igualdad social y oportunidades de desarrollo para la gente que ahí vive, respecto a éste sexenio, la gente está resentida con el doctor, a quién consideraban su amigo y ahora lo ubican como un político que los abandonó cuándo tuvo la oportunidad de ayudar a mucha gente que le dio la oportunidad de obtener el triunfo.
Éste mismo panorama se repite en todos los municipios de la Huasteca en mayor o menor medida, al igual que en las demás zonas que conforman el estado, en la zona media, el altiplano, la zona centro y en la Capital que junto con Soledad de Graciano Sánchez, (solo estos últimos dos) aglutinan cerca del 45% de los electores del estado.
Después realicé trabajo en la zona media, y tuve la oportunidad de conocer que, a pesar de que el PRI es predominante en esa zona, la percepción ciudadana no está muy distante de lo que me ocurrió en los 20 municipios de la Huasteca, además que, situación similar ya había vivido en la zona altiplano y centro del estado.
La derecha en San Luis Potosí, está desdibujada, el municipio más grande que gobiernan es Cerritos, y, en la capital no las tiene seguras, a pesar de que llevan un candidato con las bendiciones de todos los grupos al interior del panismo potosino.
Es la zona media, la que podría considerarse el bastión tricolor, y que es, en dónde indudablemente ganará el PRI, gracias al trabajo que han desarrollado en toda la zona diputados federales y líderes locales; Sin embargo, en la capital no hicieron un buen trabajo, es mas ni hicieron, y en el altiplano (con excepción de Matehuala) los diferentes partidos de izquierda desde hace muchos años vienen empujando liderazgos, y hasta cacicazgos muy locales en los diferentes municipios que la conforman.
Soledad de Graciano Sánchez, el segundo municipio más grande del estado y colindante en geografía, vida y actividades económicas con la capital, se pintará indudablemente de amarillo, para gobernar el PRD por tercera ocasión consecutiva.
Lo que hace surgir, que, ante una apatía total de los electores para escoger a sus representantes, las condiciones económicas en las que se encuentra el estado y las múltiples inconformidades ciudadanas que desde hace años alzan la voz;
Surge la necesidad de un liderazgo que atienda las necesidades de la base, que pueda lograr desarrollo de la clase media y que logre hacer importantes acuerdos con la clase empresarial, para generar el desarrollo del estado.
Hoy mas que nunca, surge una importante oportunidad para la izquierda, no radicado en un candidato, sino en la base, en los diferentes líderes locales que pugnan día con día por convertir a San Luis Potosí en un mejor lugar para vivir.
Es ahí dónde nace la oportunidad casi histórica de la izquierda, pues, hace falta amalgamar a las miles de voces ciudadanas y apartidistas que no comulgan con un partido en si mismo, pero si en una izquierda pensante, progresista y no dogmática, que creen y confían en el desarrollo democrático y humanista, que miles consideramos, debe -urgentemente- tener nuestro estado.
Urge transformar a San Luis Potosí. Y veo el cambio y la transformación desde la trinchera ciudadana y no partidista, aunque indudablemente habrá que participar en algún partido político, (pues no veo otra opción de participación política cercana y diferente), las elecciones del próximo mes de junio son una oportunidad para darnos una idea de lo que nos deparará el destino en el 2018 y 2021, ojalá que la izquierda aproveche su oportunidad, ya que no se repite muy seguido (la historia lo dice) y podamos todos los que hoy participamos en el PRD poner el ejemplo de que la izquierda sabe gobernar, sabe producir desarrollo en nuestras ciudades y municipios y sabe por supuesto, atender a las necesidades de la gente.
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